El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha abandonado el jueves por unos instantes la discreción y la prudencia que se le exige a un banquero central para soltar varias advertencias sobre el actual curso económico de Estados Unidos. Palabras que agravaron en cuestión de segundos las cotizaciones en Wall Street, que intensificaron su caída.
Para la Reserva Federal, los aranceles “son superiores a lo esperado”
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha abandonado el jueves por unos instantes la discreción y la prudencia que se le exige a un banquero central para soltar varias advertencias sobre el actual curso económico de Estados Unidos. Palabras que agravaron en cuestión de segundos las cotizaciones en Wall Street, que intensificaron su caída.
En una intervención en el Economic Club de Chicago, primero mostró su sorpresa. “Los aranceles son mayores de los analistas esperaban, ciertamente mayores de lo que esperábamos, incluso en nuestra hipótesis más alcista”, dijo.
Las palabras del banquero agravan la caída de Wall Street, que ve alejarse el recorte de tipos
Luego anticipó que esto va a tener impacto en la economía real. “Los datos disponibles hasta ahora sugieren que el crecimiento se ha desacelerado en el primer trimestre respecto al ritmo sólido del año pasado”.
Y, a modo de resumen, dio a entender que la Reserva Federal tendrá que cambiar de estrategia. “Es probable que los efectos de esta situación nos alejen de nuestros objetivos, por lo que es probable que el desempleo aumente a medida que la economía probablemente se desacelere, y es probable que la inflación aumente a medida que los aranceles se aplican”.
¿Cuál será la prioridad? Parece que los inversores (y el mismo Donald Trump) que apostaban por una inmediata rebaja de tipos de interés deberán tomárselo con calma. “Nuestra obligación es mantener bien ancladas las expectativas de inflación a más largo plazo y asegurarnos de que un aumento puntual del nivel de precios no se convierta en un problema de inflación continua. Sin estabilidad de precios, no se pueden lograr los largos períodos de fuertes condiciones del mercado laboral que benefician a todos los estadounidenses”.
En este sentido, Powell hizo un elogio de la lentitud en la toma de decisiones (y tal vez en bajar tipos). Un mensaje que irritó a las bolsas. “Los mercados están luchando con mucha incertidumbre y eso significa volatilidad. Estamos ante un evento histórico e único. No tenemos experiencia”, indicó el banquero central. En Wall Street, tras oír su discurso, el SP500 resbaló más del 2% y el Nasdaq más del 3% a media tarde.
Powell no pareció inquieto por perder su puesto de trabajo, ante los ataques de Donald Trump. “Mi independencia está en la ley. La ley se puede cambiar. Pero no creo que se quiera cambiar esto”.
El presidente de la Fed aprovechó el coloquio para enseñar un lado más humano. “En mi tiempo libro voy al gimnasio y toco mis guitarras. Pero me encanta mi trabajo. Leo mucho. No soy un dios. En la Fed estamos rodeados de críticos. Nadie en la Fed puede creerse un dios”.
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