El hielo ya se ha roto. La relación entre PP y Junts ha empezado a dar frutos en política fiscal y puede ir más allá. Después de tumbar el impuesto energético, su alianza podría ampliarse para extender la vida útil de las centrales nucleares, cuyo paulatino cierre se inició en Garoña el año pasado y está previsto completar en el año 2033. El PP trata de convencer a Junts que analiza aún su postura
El grupo popular insta al Gobierno a garantizar la autonomía energética de España
El hielo ya se ha roto. La relación entre PP y Junts ha empezado a dar frutos en política fiscal y puede ir más allá. Después de tumbar el impuesto energético, su alianza podría ampliarse para extender la vida útil de las centrales nucleares, cuyo paulatino cierre se inició en Garoña el año pasado y está previsto completar en el año 2033. El PP trata de convencer a Junts que analiza aún su postura
La siguiente será Almaraz, en la provincia de Cáceres, que dejará de funcionar en el 2027. De ahí que la presidenta de Extremadura, María Guardiola, esté peleando para preservarla, debido al grave impacto económico que tendrá para la región. 2.900 familias se verán afectadas y las arcas públicas perderán 97 millones de euros entre impuestos y contribuciones. “Almaraz produce el 7% de la demanda eléctrica anual y es una energía sin emisiones”, dice la líder extremeña, del PP.
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Las otras centrales operativas están en Castilla-La Mancha (Trillo), la Comunidad Valenciana (Cofrentes) y Catalunya (Ascó y Vandellòs), por lo que el interés del PP en que Junts secunde sus planes tiene un particular trasfondo político. Una delegación de Foment del Treball, la patronal con la que Alberto Núñez Feijóo trata de tejer complicidades, ha visitado recientemente Bruselas, con su presidente, Josep Sánchez Llibre, al frente, para transmitir a la Comisión Europea el temor de un “apagón industrial” si no se alarga el ciclo de las centrales nucleares catalanas.
En este contexto, el portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, denunció el “disparate” de cerrar las nucleares por la “intransigencia” ideológica del Gobierno cuando países como Alemania están dando marcha atrás, sobre todo para reducir la dependencia del gas ruso. “Si aliándonos con los distintos partidos conseguimos parar el cierre, no hay ninguna duda de que hablaremos para que sigan operando”, anunció el pasado martes Tellado, que cargó contra el “cinismo” de Teresa Ribera por programar el cierre de las centrales españolas cuando era ministra de Transición Energética y defender, en cambio, su continuidad para ser elegida vicepresidenta de la Comisión Europea, que ha incluido la nuclear en la lista de inversiones sostenibles de cara a la transición energética.
Ascó y Vandellòs II generaron el 58% de la energía en Catalunya en el 2023 y el 50% de la electricidad consumida
En una proposición no de ley (PNL) registrada en octubre, el PP sostiene que la energía nuclear es una pieza estratégica del sistema eléctrico nacional y destaca su estabilidad y capacidad de producción, que alcanza el 20% del total generado en España”. “Mantener operativas las centrales nucleares contribuye a la autonomía energética del país, reduce la dependencia de fuentes de energía externas y, por tanto, la vulnerabilidad a las fluctuaciones del mercado internacional en un mundo cada vez más inestable en sus equilibrios geopolíticos”, expone la propuesta del PP.
Junts aún no ha abierto el debate sobre el futuro energético de Catalunya -explican fuentes de la formación- pero sí ha ofrecido alguna pista al respecto. En la ponencia aprobada en octubre, se reflejó que es necesario “un crecimiento urgente y ordenado de la implantación de energía eólica y fotovoltaica, con el objetivo de alcanzar la soberanía energética y reducir la dependencia del exterior”. Catalunya, en efecto, es dependiente energéticamente. razón por la cual Junts planteó “abrir un debate sobre el papel de la energía nuclear”.
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La nuclear tiene un papel destacado en el actual mix energético catalán. Las dos centrales operativas, Ascó y Vandellòs II, generaron el 58,5% de la energía producida en la comunidad en el 2023 y un 50,6% de la electricidad consumida ese mismo año. Son datos de la Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs II (ANAV). Las renovables apenas alcanzaron el 7% de la producción. Aunque las fechas de cierre de los reactores catalanes aún están lejos (2030 y 2031), el momento destacado es el 2027, el teórico final de la legislatura actual e inicio de la próxima, cuando debería comenzar la tramitación de la prórroga de las instalaciones.
Las dos centrales catalanas son propiedad de Endesa, filial de la italiana Enel. El país transalpino es uno de los pocos europeos que no construyeron instalaciones nucleares. Pero Fulvio Conti, exconsejero delegado de Enel, sí se interesó por conocer el modelo francés al considerar que la energía nuclear forma parte del mix energético básico en este momento y, además, permite garantizar unos precios bajos.
Foment del Treball alertó a la Comisión Europea de un “apagón industrial” si no se alarga el ciclo
Una posible entente entre PP y Junts para prolongar la vida de las centrales nucleares supondría una enmienda a la política energética del Gobierno de Pedro Sánchez y del Ministerio para la Transición Ecológica, que pactó con las principales empresas del sector el cierre ordenado de estas instalaciones.
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