Empieza una etapa ilusionante para el Orfeó Català, con el maestro Xavier Puig (Cervera, 1973) tomando el relevo de Pablo Larraz al frente de los coros del Palau de la Música, incluido el Cor de Cambra del que él mismo era titular. Este martes ha presentado el proyecto para los próximos cuatro años, que en cierto modo es continuista, pero que al mismo tiempo contiene hojas de ruta muy claras para llegar a puerto.
El nuevo director de los coros del Palau de la Música presenta su proyecto para los próximos cuatro años
Empieza una etapa ilusionante para el Orfeó Català, con el maestro Xavier Puig (Cervera, 1973) tomando el relevo de Pablo Larraz al frente de los coros del Palau de la Música, incluido el Cor de Cambra del que él mismo era titular. Este martes ha presentado el proyecto para los próximos cuatro años, que en cierto modo es continuista, pero que al mismo tiempo contiene hojas de ruta muy claras para llegar a puerto.
Puig, que comenzó de muy joven cantando en esta formación y conoce bien la casa, mantiene la apuesta por la internacionalización del Orfeó, así como el compromiso en la defensa de los compositores catalanes, ocupando el Palau ese lugar de motor del movimiento coral catalán. Pero hay aspectos técnicos en los que quiere ahondar a partir de esta misma temporada 2025-26 en que el Orfeó debutará en Estados Unidos con la Missa solemnis de Beethoven, a las órdenes de Gustavo Dudamel.
La temporada será un reflejo de los ejes principales del proyecto, en el cual hay las grandes obras del repertorio sinfónico-coral
La temporada será un reflejo de los ejes principales del proyecto, en el cual hay las grandes obras del repertorio sinfónico-coral. “Este año tenemos los retos de la Segunda de Mahler, de la Novena Beethoven, del Réquiem de Verdi y del Réquiem de Brahms, que es este repertorio habitual que Orfeó hace de forma regular y que la debe recuperar con rapidez. Pero también tenemos obras que no hacemos habitualmente. La Missa Solemnis no la canta el Orfeó desde el año 1961, y es una obra de envergadura coral, posiblemente el más complejo que se puede hacer en la literatura coral. Y hacerla en Los Ángeles con Dudamel nos pone aún más presión para hacerlo lo mejor posible”.
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Estos retos se combinan con la apuesta de Puig por la música catalana, que por una parte es el patrimonio de los maestros de Orfeó Català, desde la música de David de Vives, la de Francesc Pujol, Antoni Nicolau, Lluís Maria Millet… “Pero sobre todo, diría yo, la nueva generación de compositores corales catalanes, que yo estoy convencido que es la mejor generación que tenemos en la historia de la música, por su calidad y su variedad. Y estamos convencidos de que esta apuesta por esta generación será precisamente la que nos dé el sonido del Orfeó y el futuro del Orfeó. Un poco como siempre ha sido, porque los compositores siempre han sido los que han creado la necesidad de nuevos instrumentos, y los que han imaginado los nuevos sonidos en la historia, y esta vez no será diferente”.
Tenemos gente que escribe desde el minimalismo de Arvo Pärt, otra que lo hace al estilo americano… Tenemos todas las corrientes reunidas en una sola generación: al inédito”
Así como Nicolau fue el padre de una nueva escritura coral, la persona que hizo el tránsito de su dedicación a la música de orquesta para dedicarse a escribir para coro de manera seria, creando de algún modo una literatura coral catalana, ahora, insiste Puig, “tenemos una cantidad de gente, y con conexión con todo el mundo, con lenguajes internacionales. Tenemos gente que escribe desde la vertiente minimalista tipo Arvo Pärt, pero también tenemos gente que escribe al estilo americano… o sea, que tenemos realmente todas las corrientes reunidas en una sola generación. Y eso me parece inédito”. Nombres como Bernat Vivancos, Joan Magrané, Anna Campmany, Carles Prat y Josep Ollé estarán presentes en la programación de los próximos años.
En cuanto a las carencias que pueda presentar el Orfeó, el maestro apunta que “no es nada fácil sumarse a un proyecto que ya es un éxito, que funciona y tiene reconocimiento internacional, pero pienso aportar mi experiencia de 30 años dirigiendo coros y seguramente mis obsesiones artísticas”.
La afinación, especialmente en países mediterráneos, a veces ha sido una carencia. Creo que es uno de los retos no solo del Orfeó, sino del canto coral en general”
La primera de esas obsesiones es la afinación. “Siempre. Porque es lo más complicado en un coro. Y es lo que da unidad a un coro de cien voces para que suenen como una sola. La afinación, especialmente en países mediterráneos -por decirlo de alguna manera- a veces ha sido una carencia. Creo que es uno de los retos no solo del Orfeó, sino del canto coral en general. Por suerte, contamos con una familia coral, con una escuela coral, y eso nos permite trabajar la afinación desde pequeños, que es cuando las cosas realmente se fijan”, añade.
Otro de los aspectos que a Puig también le han obsesionado es la expresión directa. “Es decir, esa expresión que tienen los cantantes solistas cuando cantan ópera, o los cantantes modernos. Podemos aprender mucho de esta generación de cantantes, ahora pienso en Silvia Pérez, o de estos cantantes que tienen esta expresión directa, esta emoción directa, y que no tienen impedimento de la partitura. Y en este sentido, aunque sean conscientes del calendario que tenemos y de las posibilidades de tiempo, creo que tenemos que acostumbrarnos a cantar sin partitura, a cantar de memoria, para buscar esta expresión mucho más directa, que se multiplica por mil cuando no hay partitura y cuando podemos explicar un texto cantado al público, moviéndonos o sin movernos”
Cuatro proyectos destacados del Orfeó en el curso 2025-26
1. Participará en el concierto inaugural de la OBC los días 3 y 4 de octubre, interpretando la Novena Sinfonía de Beethoven.
2. El 8 de diciembre estrenará el Te Deum de Josep Ollé en la clausura del Milenario de Montserrat, junto a la Escolania y la Schola Cantorum de Montserrat.
3. El 19 de mayo ofrecerá el Réquiem de Verdi con la Staatskapelle Dresden, dirigido por Daniele Gatti; también se presentará en Madrid el 21 de mayo.
4. En julio presentará Human Requiem, una versión escénica del Réquiem alemán de Brahms, dirigida por Simon Halsey y Jochen Sandig, con un enfoque innovador que busca romper barreras entre público e intérpretes.
Para cantar sin partitura es necesaria, obviamente, una cierta inmersión. A veces, con dos ensayos semanales, no da tiempo. Hay que hacer algún intensivo, asume Puig. “Necesitas un calendario más denso para cantar siempre de memoria. Pero realmente es otra cosa, incluso en lo estático”. Y lo ha demostrado el propio Orfeó interpretando la Segunda Sinfonía de Mahler o la Novena de Beethoven. “Es otra solidez instrumental, es una otra comunicación, y es una cosa que recomiendo también como director. A todos los los alumnos les digo que la música debe estar en la cabeza y no la cabeza en la música. Y eso es importante para la comunicación entre nosotros y el público”.
Nos quieren algunos de los directores más reconocidos: Dudamel siempre cuenta con nosotros en Europa; Gatti nos ha reclamado y Harding quiere repetir”
La internacionalización es un camino que le llega en cierto modo allanado a Xavier Puig, por la labor previa que han realizado Simon Halsey y también Pablo Larraz. “Tenemos la suerte de que hay un grupo de directores, de los más reconocidos del mundo, que nos quieren mucho. Han quedado tan encantados con los proyectos que hemos hecho con ellos que siempre quieren repetir. Dudamel, por ejemplo, cuando tiene oportunidad de venir a Europa -y sobre todo a España- siempre cuenta con el Orfeó Català. Daniele Gatti también nos ha reclamado, y Daniel Harding, que dirigió con nosotros la Segunda de Mahler, quiere seguir con nuevos proyectos”.

Toni Bofill
Por último, Puig pone énfasis en que, de forma “homeopática”, hay que recuperar el patrimonio de los maestros de Orfeó. En estos cuatro años, su intención es grabar, “porque todo lo que no está registrado no existe”. La intención es grabar al menos a cuatro maestros del Orfeó como parte de una política de grabaciones del patrimonio musical. Pero sobre todo hacer muchos encargos y trabajar con la actual generación de compositores.
“Algunos de ellos son cantantes de los coros del Palau, otros han sido compositores residentes. Este año, por ejemplo, Josep Ollé estrena un Te Deum que cerrará el milenario de Montserrat. Lo estrenaremos con el Orfeó Català y la Orquestra Simfònica del Vallès, junto con dos solistas de la casa. Una de ellas es Leonor Martínez, que ha sido recientemente seleccionada en el programa europeo ECHO Rising Stars y que salió del Cor Jove, pasó por el Cor de Cambra y ahora será solista en esta obra, junto con Ferran Mitjans. Es gente que nos hace mucha ilusión, como Serena Sáenz y muchos otros que han salido de los coros del Palau.
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