Una epidemia de violencia contra las mujeres en el Reino Unido: «La falta de medidas preventivas es deplorable»

Uno de cada cinco delitos son de este tipo de violencia. La prevalencia de asaltos sexuales ha aumentado del 3,4% al 4,3% en el último año. Leer Uno de cada cinco delitos son de este tipo de violencia. La prevalencia de asaltos sexuales ha aumentado del 3,4% al 4,3% en el último año. Leer  

Uno de cada cinco delitos que se cometen en las islas británicas son de violencia hacia las mujeres. Cada 30 segundos se denuncia a la policía un abuso doméstico. Cada hora se produce una violación en Londres. Tan solo el 5% de los casos de violaciones y asaltos sexuales acaban en una condena contra el agresor

El último informe de la Oficina Nacional de Auditoria ha servido para propagar un secreto a voces: el Reino Unido vive «una epidemia de violencia contra las mujeres y las niñas». Y los avances han sido mínimos desde la trágica muerte de Sarah Everard que golpeó las conciencias de los británicos…

Sarah Everard era una ejecutiva de marketing de 33 años que desapareció el 3 de marzo del 2021 cuando caminaba hacia su casa en Clapham Common. Los carteles ‘Missing’ empapelaron durante días el sur de Londres y la policía llegó a rastrear el fondo de una estaque cercano a donde fue vista por última vez.

Siete días después, su cadáver fue encontrado en un bosque en Ashford, a 50 kilómetros de Londres. Había sido secuestrada y asesinada por un policía, Wayne Couzens, que fue condenado a cadena perpetua. El caso sacó a la luz la corrupción y los abusos sexuales perpetrados por agentes de Scotland Yard y propició en última instancia la caída de la comisaria-jefa Cressida Dick, que ordenó una carga policial contra pacífica vigilia en su memoria durante las restricciones del Covid.

En septiembre de ese mismo año fue asesinada Sabina Nessa, una profesora de 28 años, cuando salió de su casa camino de pub cercano en Greenwich. Su cuerpo fue hallado un día de después de su desaparición en Cator Park. Murió estrangulada y con golpes en todo el cuerpo. Koci Selamaj, un inmigrante albanés, fue detenido y condenado a cadena perpetua por su asesinato.

Pese a la batería de iniciativas políticas anunciadas en su día, los actos tipificados como Violencia contra las Mujeres y las Niñas (VAWG, por sus siglas en inglés) no solo han no han remitido sino que han ido a más desde entonces y llegaron al 20% del todos los delitos registrados entre el 2022 y el 2023.

Los informes policiales sobre violaciones y asaltos sexuales se dispararon en el mismo período de 34.000 a 123.000, en gran parte por una mejora de los registros de los casos. Aun así, y según reconoció por su parte el informe de anual sobre las víctimas de violación, apenas el 5% de los casos acaban en una condena y la posibilidad de lleguen a juicio sigue siendo «como una lotería».

La prevalencia de asaltos sexuales en la población femenina ha aumentado del 3,4% al 4,3% en el último año. Los casos de abuso doméstico han descendido sin embargo ligeramente, del 9,2% al 7,4%. Se estima que una de cuatro mujeres en Inglaterra y Gales ha sufrido o sufrirá abusos a manos de su pareja.

«El enfoque fragmentado a la hora de hacer frente a la epidemia de violencia contra las mujeres y las niñas se ha traducido en un fiasco para mejorar las condiciones de las víctimas«, es la conclusión de Sir Geoffrey Clifton Brown, al frente del comité de las cuentas públicas en el Parlamente. «Es decepcionante comprobar cómo el Departamento de Interior no sabe cómo se está gastando el dinero ni si está sirviendo realmente para marcar la diferencia».

El premier, Keir Starmer, salpicado por el escándalo de las bandas de explotación sexual de menores, ha prometido reducir a la mitad los delitos de violencia contra las mujeres durante su mandato. La secretaria de Interior, Yvette Cooper, ha recogido el testigo y ha anunciado nuevas medidas contra la violencia doméstica y el abuso de menores.

«La falta de medidas preventivas es deplorable», ha denunciado sin embargo Andrea Simon, al frente de la Coalición para el Fin de la Violencia contra las mujeres. «Casi todos los esfuerzos de estos años se han concentrado en evitar la reincidencia, pero se ha dejado de lado la prevención, sobre todo teniendo en cuenta que gran parte de los abusos no son siquiera denunciados».

Para Isabelle Younane, de Womens Aid, el problema de fondo sigue siendo «el cambio de actitudes culturales y la falta de apoyo a las víctimas», en medio de un clima de sexismo y misoginia arraigado aún en muchas capas de las sociedad británica y reforzado hasta cierto punto por las redes sociales.

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