Un autobús de Gijón se topa con unos contenedores mal colocados en medio de la calle y lo que hace el conductor deja sin palabras: “El civismo”

El viento llevaba días haciendo de las suyas en Gijón, con lluvia, frío y algún que otro susto. Árboles caídos, motos por los suelos y hasta un camarero que acabó en el suelo por culpa de una sombrilla rebelde. Bomberos, policía y operarios de limpieza no daban abasto, pero en medio de todo ese panorama, hubo un momento que sacó una sonrisa a más de uno: el civismo sobre ruedas de un conductor de Emtusa.

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 Además del primer obstáculo, el conductor apartó otros más contenedores que habían invadido la calzada, garantizando un tránsito más seguro para todos  

El viento llevaba días haciendo de las suyas en Gijón, con lluvia, frío y algún que otro susto. Árboles caídos, motos por los suelos y hasta un camarero que acabó en el suelo por culpa de una sombrilla rebelde. Bomberos, policía y operarios de limpieza no daban abasto, pero en medio de todo ese panorama, hubo un momento que sacó una sonrisa a más de uno: el civismo sobre ruedas de un conductor de Emtusa.

Circulaba por la ciudad cuando se topó con un contenedor de basura en mitad de la carretera. En lugar de esquivarlo o esperar a que alguien lo apartara, decidió solucionarlo a su manera: con el propio autobús. Sin titubear, empujó el contenedor hasta dejarlo donde debía, sin bajar del vehículo y sin alterar el tráfico más de lo necesario.

Lo hizo varias veces durante el día

La escena, grabada a principios de 2024 pero de nuevo viral ahora, no tardó en correr por las redes después de que una chica la grabara desde el balcón de su casa y la compartiera en redes. Según ella, el conductor no era nuevo en esto de recolocar mobiliario urbano con el autobús. “Se merece lo mejor”, comentó, dejando claro que la acción era bien valorada.

No fue el único obstáculo que quitó de en medio. Al parecer, ese día puso en su sitio más contenedores que habían acabado invadiendo la vía, tal y como reconoció la chica. Un gesto sencillo, pero que evitó molestias a otros conductores y contribuyó a que el tráfico siguiera fluyendo sin más complicaciones.

Mientras tanto, Gijón seguía lidiando con las consecuencias del temporal. Los bomberos intervinieron en más de una veintena de incidentes, retirando ramas caídas y asegurando fachadas afectadas por los desprendimientos. Los trabajadores de Emulsa también estuvieron ocupados recogiendo lo que el viento había esparcido por la ciudad.

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