A la hora de afrontar un trayecto largo, sea para unas vacaciones o por un viaje de trabajo, es importantísimo hacer una buena planificación, comenzando por garantizar que el vehículo esté en las condiciones adecuadas. Un descuido puede derivar en una avería que estropee todo el viaje, o incluso traiga peores consecuencias.
Garantizar que tu coche esté en perfecto estado es el primer paso para disfrutar de un viaje largo sin preocupaciones. Te explicamos cómo hacerlo paso a paso
A la hora de afrontar un trayecto largo, sea para unas vacaciones o por un viaje de trabajo, es importantísimo hacer una buena planificación, comenzando por garantizar que el vehículo esté en las condiciones adecuadas. Un descuido puede derivar en una avería que estropee todo el viaje, o incluso traiga peores consecuencias.
¿Y cómo se prepara correctamente un coche? Es un proceso más sencillo de lo que parece, pero que requiere atención y detenimiento. Y es absolutamente imprescindible para garantizar nuestra seguridad y la de nuestros acompañantes. Aquí vamos a detallar punto por punto cómo preparar el coche para un trayecto largo.
Revisión del coche antes del viaje
Antes de emprender un trayecto largo, toca hacer una revisión exhaustiva. Para ello, es recomendable empezar comprobando el estado de los neumáticos, si cuentan con la presión adecuada y también el dibujo está en buen estado. Recuerda que este debe tener más de 1 mm para garantizar una buena adherencia en la carretera, cosa que se puede comprobar con una moneda de un euro fácilmente. Si el dibujo cubre su borde, es porque está en buenas condiciones.
También es muy importante comprobar los niveles de aceite, de líquido de frenos, refrigerante y limpiaparabrisas. Son elementos clave para garantizar el correcto funcionamiento del automóvil y prevenir averías, y algunos de ellos son incluso mecanismos de seguridad fundamentales para garantizar la prevención y protección tanto de conductor como de pasajeros. Si alguno no está en los márgenes adecuados, hay que acudir a un taller de confianza para solucionarlo, aunque el limpiaparabrisas y el refrigerante se pueden cambiar por cuenta propia.

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Por otra parte, otro punto crucial son tanto el parabrisas como las lunas. Se deben revisar en busca de posibles impactos o daños y, de haberlos, hay que acudir rápidamente a un especialista como Carglass®. Esta empresa, líder en sustitución y reparación lunas coches, usa tecnología exclusiva para garantizar la resistencia del parabrisas tras las reparaciones. Además, si el vehículo cuenta con sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS), ellos se encargan de recalibrar las cámaras de forma precisa para asegurar que todo funciona correctamente, tal y como lo hacía antes de aparecer el problema.
Frenos, neumáticos, líquidos, lunas y parabrisas. Estos son los 4 elementos fundamentales que debes revisar antes de salir de viaje con tu coche. Comprueba que todo está en orden y, si es así, procede a hacer tu camino. Tendrás la seguridad extra de saber que el vehículo está en las condiciones ideales para evitar accidentes o sorpresas y de que responderá a la perfección.
Consejos para un viaje seguro
Ya has comprobado que el coche está en las condiciones adecuadas para viajar, así que ahora toca afrontar los puntos clave para garantizar que el viaje largo sea seguro. Y es que la seguridad durante el trayecto no depende solo de la revisión previa, sino también de la correcta planificación y los hábitos de conducción.
Planificación de la ruta y descansos
Antes de salir, por supuesto que tienes que planificar la ruta. Calcula el tiempo y la distancia que hay que recorrer usando aplicaciones como Google Maps y planifica cuándo hacer las paradas. Lo ideal es que sean cada 200 kilómetros o cada 2 horas de camino por carretera. Es fundamental hacer paradas, ya que se evitan los largos periodos que pueden facilitar la aparición de fatiga. El cansancio resta capacidad de reflejos y también de concentración, lo que eleva el riesgo de sufrir accidentes.
Aprovecha los descansos para estirar las piernas, beber agua o incluso comer algo. Y, a ser posible, cuando planifiques la ruta, intenta buscar aquellas con menos tráfico o las condiciones climáticas menos adversas para que la conducción sea más sencilla.
Ajustes y comportamientos durante la conducción
¿Qué postura tienes cuando conduces? Puede parecer un detalle nimio, pero mantener la postura adecuada mientras se conduce es importantísimo para reducir la fatiga y evitar incluso la aparición de dolores musculares. Empieza por ajustar los espejos y el asiento antes de comenzar el trayecto, comprueba el cinturón de seguridad, llévalo siempre puesto y asegúrate también de que todos los pasajeros lo usen.
Por otra parte, asegúrate de respetar siempre los límites de velocidad y no olvides que tu forma de conducir debe adaptarse al estado de la carretera y del tráfico. En caso de encontrarte con un clima complicado, sea por lluvia, nieve o incluso niebla, recuerda reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad y usar las luces correspondientes para elevar tu visibilidad y seguridad.
Por último, pero no por ello menos importante, procura evitar cualquier posible distracción al volante. El teléfono móvil debe quedar fuera del alcance, aunque puedes usar sistemas de manos libres si lo necesitas para comunicarte en caso de recibir una llamada. Tu prioridad debe ser mantener la atención en la carretera para poder reaccionar rápidamente ante cualquier posible adversidad.
Disfruta de tu viaje
Revisa tu vehículo, mantén unas pautas seguras al volante, céntrate en la carretera y no te olvides de descansar periódicamente en los trayectos más largos de coche. Recuerda también que, si encuentras algún fallo en lunas o parabrisas, debes darte prisa y acudir a profesionales como los de Carglass® para que lo solucionen rápidamente y los devuelvan a su estado original. Dicho esto, el resto es tan simple como disfrutar no solo de tu destino, sino también del trayecto. Infórmate de si hay paradas interesantes durante todo el kilometraje para aprovechar y visitarlas a la vez que descansas de la conducción. Hacer un recorrido largo no implica dedicarse solo a conducir, se puede convertir también en una experiencia divertida para todos.
Porque hay veces que lo importante no es el destino, sino el camino, disfruta de todo momento sin olvidar la atención en la carretera y haz que el viaje sea disfrutable desde que os montáis en el vehículo hasta que llegáis a vuestra meta. Y no olvides que el buen estado del vehículo es fundamental para que todo esto funcione. Un mal mantenimiento puede ser muy peligroso.
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