Las cámaras de tráfico que leen matrículas están por todas partes y no solo sirven para multar. Su función se extiende a la vigilancia y control de la circulación, facilitando la fluidez del tráfico en las calles y carreteras, pero también conlleva ciertos inconvenientes. Uno de los principales es la vulnerabilidad a los ataques cibernéticos. Así lo señala Selva Orejón, experta en ciberseguridad, quien advierte que estos sistemas almacenan grandes cantidades de datos que, si no están adecuadamente protegidos, pueden ser accesibles a los hackers.
La especialista alerta sobre los riesgos de ciberataques a infraestructuras públicas y la venta de datos en mercados ilegales
Las cámaras de tráfico que leen matrículas están por todas partes y no solo sirven para multar. Su función se extiende a la vigilancia y control de la circulación, facilitando la fluidez del tráfico en las calles y carreteras, pero también conlleva ciertos inconvenientes. Uno de los principales es la vulnerabilidad a los ataques cibernéticos. Así lo señala Selva Orejón, experta en ciberseguridad, quien advierte que estos sistemas almacenan grandes cantidades de datos que, si no están adecuadamente protegidos, pueden ser accesibles a los hackers.
Según Orejón, fundadora y directora de la agencia de investigación cibernética y reputación digital OnBranding, la falta de protección en estas infraestructuras podría tener consecuencias graves. “Estos sistemas están llenos de información sensible que, si cae en manos equivocadas, podría ser utilizada para hacer un seguimiento de los movimientos de las personas. Algo así, abre la puerta a la vulneración de la privacidad e incluso a la planificación de delitos”.

Getty Images
Un informe del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ya advirtió que las cámaras de reconocimiento de matrículas pueden ser vulnerables a ataques informáticos. Esto significa que, con los conocimientos adecuados, un ciberdelincuente podría acceder a ellas y rastrear los movimientos de cualquier conductor sin su conocimiento.
Las cámaras de tráfico almacenan grandes cantidades de datos sensibles que pueden ser vulnerables a los ciberataques
El peligro no es teórico. “Existen casos documentados en los que investigadores han accedido a estas bases de datos de forma remota, demostrando lo fácil que es entrar en estos sistemas si no están protegidos correctamente”, advierte la experta. En algunos experimentos, se han encontrado cámaras expuestas en internet sin contraseñas o con credenciales predeterminadas, permitiendo el acceso a sus registros en tiempo real.
El problema no se limita a las cámaras de tráfico. “Cada vez más vehículos están conectados a internet y generan enormes cantidades de datos sobre su ubicación, velocidad y rutas habituales”, explica la especialista. “Si estos sistemas son vulnerables, podría darse un escenario en el que alguien use esta información para seguir a una persona, conocer sus rutinas e incluso planificar un robo”.

Àlex Garcia
En este sentido, la interconexión de sistemas aumenta la complejidad del panorama, ya que, además de las cámaras, los datos de los vehículos pueden estar vinculados con otras bases de datos de la policía, lo que agrava aún más los riesgos de vulnerabilidad.
La interconexión de los datos de los vehículos con las bases de datos de la policía aumenta los riesgos de seguridad
Orejón también resalta la importancia de que las cámaras de tráfico que dependen de instituciones públicas sigan una serie de protocolos de seguridad. “Es fundamental que las comunicaciones que transmiten las cámaras a los cuerpos policiales estén cifradas y sean debidamente securizadas. Si se siguen estos protocolos, se reduce considerablemente el riesgo de que la información sea accesible para actores no autorizados”. La experta recalca que las empresas encargadas de gestionar estos sistemas deben priorizar la ciberseguridad como una de sus principales responsabilidades.
El hackeo a instituciones como la DGT muestra como los cibercriminales ya no solo buscan vulnerar sistemas sino también probar la capacidad de respuesta de un país ante ataques a sus infraestructuras teóricamente más sólidas. “Estos ataques generan daños reputacionales y permiten a los delincuentes revender bases de datos en mercados ilegales”, explica Orejón.
Lee también
Este tipo de ciberincidentes también tiene paralelismos con el riesgo de las cámaras de tráfico, que, al igual que otras infraestructuras, pueden ser blanco de ataques. “De hecho, en algunos casos, los conductores ni siquiera se enteran de que están siendo rastreados. Así, un fallo de seguridad en el sistema de cámaras de tráfico podría abrir una brecha para el comercio de información sensible”.
La solución, según Selva Orejón, pasa por una regulación más estricta y por reforzar la protección de estos sistemas. “Se necesita una regulación más sólida y medidas de seguridad robustas en la gestión de estos datos. No se trata solo de protección de la privacidad, sino de prevenir riesgos reales para los conductores”, concluye la experta.
Motor