Sánchez reivindica que España «es un país soberano» tras la amenaza de Trump y que cumplirá «con nuestras capacidades» militares

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se reúnen este jueves en Bruselas en un Consejo Europeo marcado por las tensiones en Oriente Próximo, un día después de la cumbre de la OTAN Leer Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se reúnen este jueves en Bruselas en un Consejo Europeo marcado por las tensiones en Oriente Próximo, un día después de la cumbre de la OTAN Leer  

La posición del Gobierno de España de no comprometerse con llegar al 5% del PIB en gasto en Defensa ha desatado un choque con la Administración de EEUU cuya escalada sólo tendría precedente cuando José Luis Rodríguez Zapatero decidió retirar las tropas de Irak. Ese umbral era una exigencia de la OTAN y EEUU, pero el Ejecutivo negoció de manera bilateral y fuera del acuerdo conjunto una flexibilidad para una senda de gasto propio, que La Moncloa, en base a los cálculos de los técnicos de las Fuerzas Armadas, cifra en el 2,1% del PIB.

Ese desmarque llevó a Donald Trump a amenazar con hacer descarrilar la economía española imponiendo más aranceles. Pedro Sánchez, que de La Haya se ha trasladado a Bruselas para participar en un Consejo Europeo, ha defendido que España «es un país soberano» para tomar sus propias decisiones y que cumplirá «con nuestras capacidades» militares que la Alianza nos exige. Sigue insistiendo el Ejecutivo que los requisitos de capacidades militares que los estados acordaron tener dispuestos el pasado 5 de junio pueden ser abordados sin superar el 2% del gasto.

Sánchez esgrime que España ha buscado el «equilibrio» por el hecho de que se adhirió a la declaración conjunta de los 32 aliados, donde se recoge que el propósito es llegar al 5% del gasto, pero que la defensa de su ‘cláusula’ para flexibilizar el gasto y quedarse en ese 2,1% «es un compromiso absolutamente compatible con el de sostener y fortalecer el estado del bienestar«. Esto es, ha defendido y ratificado la posición que ha sostenido en la OTAN y que ha desencadenado este conflicto.

Ocurre que en estos momentos, el presidente del Gobierno afronta un momento de gran debilidad. El informe de la UCO que describe una presunta trama corrupta en el PSOE y el Gobierno -con implicación de dos personas de su máxima confianza como son José Luis Ábalos y Santos Cerdán– ya ha dejado en punto muerto la legislatura, generando mucho malestar entre sus apoyos. Una situación en la que Sánchez hubiera aceptado sin mostrar oposición situar en 80.000 millones al año el gasto militar hubiera sido una palanca que habría permitido a partidos como ERC, Bildu, BNG o Podemos quebrar el mandato ya. El choque, al menos, concede oxígeno a Sánchez y margen para tratar de desviar el foco del problema de la corrupción.

«Estamos en una unión aduanera, un mercado único y la política comercial quien la negocia es Bruselas en nombre de todos los estados miembros», ha sostenido Sánchez, en línea con lo que ha venido defendiendo el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, se ha mostrado muy tajante en sus primeras declaraciones públicas tras la cumbre de la OTAN. «Nadie le tiene que decir a España lo que tiene que hacer», ha afirmado. Robles ha insistido en que las Fuerzas Armadas españolas están «dispuestas a comprometerse cuando haga falta y como haga falta» en todas las misiones donde piden su ayuda. «España es un aliado serio, fiable, comprometido y responsable, que habla menos y cumple más», ha insistido en tono serio. También ha defendido a la industria de Defensa nacional, afirmando que «no tiene que recibir lecciones de nadie». La titular de Defensa ha subrayado que «Trump, en vez de dirigirse a España, hubiera debido ejercitar su influencia para que acabe la guerra en Ucrania«.

Para terminar, y sin personalizar en ningún país, Robles ha asegurado que «España quiere tener las mejores relaciones con sus socios, pero no acepta lecciones de nadie». La ministra ha pronunciado estas palabras en el Centro Superior de Estudios para la Defensa, donde ha acompañado Al Rey en la entrega de diplomas del XXVI curso de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, informa Marina Pina.

La Administración estadounidense podría decidir imponer aranceles no a nuestro país de manera conjunta sino a determinados productos. Elegir productos españoles a los que gravar, lo que sí tendría un impacto económico importante. De hecho, el Gobierno ya activó un plan de ayudas de 14.100 millones para «mitigar» los impactos negativos de la guerra comercial iniciada en abril por Trump contra el resto del mundo.

Precisamente en el Gobierno recuerdan que esa amenaza de aranceles de Trump no es una situación nueva y que Europa «viene sufriendo una guerra comercial con unas medidas arancelarias que desde el primer momento desde España calificamos de injustas y unilaterales». Sánchez se queja de que los aranceles a España son doblemente injustos porque España tiene déficit comercial con EEUU. En todo caso, en un intento de no elevar el choque, el jefe del Ejecutivo ha señalado que España «es un país amigo de EEUU». El propósito en todo este choque por parte de La Moncloa ha sido no ir a la confrontación directa con la Administración de Trump.

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