Llega el calor y con ello una de las peores épocas para conducir. Las altas temperaturas hacen mella en nuestros reflejos y aumentan nuestra fatiga al volante, lo que repercute en la seguridad a la hora de conducir. Es por eso que el aire acondicionado se convierte en un básico a la hora de manejar nuestro coche. Instintivamente a todos nos sale el poner ‘a tope’ el aire a pesar de que no es lo más aconsejable. Y más si nuestro coche ha estado aparcado en la calle. Pero hay algunos trucos que te permitirán bajar unos grados de golpe. Y uno de ellos es uno de los grandes desconocidos de nuestro vehículo: el botón de recirculación del aire acondicionado.
En época de mucho calor, poner el aire acondicionado ‘a toda pastilla’ no es la solución
Llega el calor y con ello una de las peores épocas para conducir. Las altas temperaturas hacen mella en nuestros reflejos y aumentan nuestra fatiga al volante, lo que repercute en la seguridad a la hora de conducir. Es por eso que el aire acondicionado se convierte en un básico a la hora de manejar nuestro coche. Instintivamente a todos nos sale el poner ‘a tope’ el aire a pesar de que no es lo más aconsejable. Y más si nuestro coche ha estado aparcado en la calle. Pero hay algunos trucos que te permitirán bajar unos grados de golpe. Y uno de ellos es uno de los grandes desconocidos de nuestro vehículo: el botón de recirculación del aire acondicionado.
La teoría de su funcionamiento la tenemos todos más o menos bastante clara: pulsando este botón, se cierran los conductos exteriores del coche y será el aire ya existente el que recircule. Pero, ¿cuál es su utilidad real? ¿Cuándo debemos usarlo? Lo ideal es usarlo si nuestro coche ha estado expuesto a altas temperaturas. Lo primero es arrancar el coche y abrir las ventanas para que salga el aire caliente acumulado en el interior. Ni siquiera hace falta que permanezcas dentro. Cuando notes que la temperatura ha bajado y el interior está menos viciado, es hora de encender el aire acondicionado.

Pero ojo, todavía no es el momento de pulsar el botón de recirculación. Tienes que dejar pasar aún unos minutos. Es entonces cuando toca usarlo, cuando el aire ya ha empezado a salir fresco. El coche se enfriará antes porque ya no recoge el aire caliente del exterior, solo recircula el aire frío que ya se ha generado. Además el motor trabajará menos para enfriar el aire recirculante.
En cualquier caso, no es magia, es pura física. Y no debe usarse más de diez minutos porque si no el aire del habitáculo se cargará demasiado. De hecho, en la mayoría de los coches modernos se desconecta automáticamente pasado más o menos ese tiempo gracias a sensores que miden la calidad del aire. Con todo, es un botón bastante útil, y no solo para enfriar más rápido el coche.
Así, si vas a pasar por unas obras, un lugar con mucho polvo o atravesar una zona con malos olores, podrás evitar la entrada de estas desagradables partículas contaminantes. Pero asegúrate de hacerlo antes para no lograr justo lo contrario. Como ves, un botón muy útil y del que seguro que a partir de ahora le sacarás el máximo partido.
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