El combo escocés en cierta manera renace de sus cenizas con este “mal fuego” tras una serie de dramáticas vicisitudes personales que han padecido en los últimos tiempos. Y, coincidiendo con que ya hace unos tres decenios que debutaron en el mercado discográfico, ahora alumbran una contundente muestra de que ellos siguen allí y, además, con ganas de evolucionar en el cambiante universo sonoro…, aunque en ningún momento renunciando a su inconfundible ADN. Así, y tras la espectacular buena acogida hace cuatro temporadas de su anterior álbum As the love continues, Stuart Braithwaite y compañía testimonian la vigencia de esa fórmula que nació encarándose al britpop.
El combo escocés en cierta manera renace de sus cenizas con este “mal fuego” tras una serie de dramáticas vicisitudes personales que han padecido en los últimos tiempos
Mogwai
★★★★✩
The Bad Fire
Rock
Rock Action
El combo escocés en cierta manera renace de sus cenizas con este “mal fuego” tras una serie de dramáticas vicisitudes personales que han padecido en los últimos tiempos. Y, coincidiendo con que ya hace unos tres decenios que debutaron en el mercado discográfico, ahora alumbran una contundente muestra de que ellos siguen allí y, además, con ganas de evolucionar en el cambiante universo sonoro…, aunque en ningún momento renunciando a su inconfundible ADN. Así, y tras la espectacular buena acogida hace cuatro temporadas de su anterior álbum As the love continues, Stuart Braithwaite y compañía testimonian la vigencia de esa fórmula que nació encarándose al britpop.

Rock Action
Aunque no deja de ser levemente paradójico que The bad fire arranque con un God gets you back que trota sobre sintetizadores, fluida rítmica y la pausada voz modulada de Braithwaite. Junto a ello el repertorio es amplio, variado y mayormente disfrutable, que varía desde el inconfundible halo sonoro de sus primeras obras en cortes como Hi chaos (crescendo imparable) o What kind of mix is this?, aunque también hay claras miradas a su abecé en la contundencia de Happy songs for happy people o las más saltarinas (dentro de un orden) Lion rumpus o Fanzine made of flesh. En este muestrario también se pueden encontrar parajes bastante más sombríos, apenados, como un cautivador 18 volcanoes, donde la voz de Braithwaite brilla, intensa y desnuda, como pocas veces, o la melancólica Pale vegan hip pain .

Warner
Fka Twigs
★★★✩✩
Eusexua
Electro
Warner
La invitación al hedonismo llega de la mano de su magnífica voz, aunque por contrapartida sus cápsulas sonoras acaban asemejándose unas a otras, debido a su fragmentada composición estilística. Así, este canto al clubbing se constata desde el inicio con el tema homónimo, enérgico y psicodélico, para ir transitando por el corriente principal, el garage o el hip-hop.

El Volcán Música
Joe Crepúsculo
★★★★✩
Museo de las Desilusiones
Pop
El Volcán Música
La madurez más creativa impregna una obra mayor, a escala musical y lírica, en la que destaca la analítica irónica y de tú a tú de Joël Iriarte. Los cuatro singles (Enamorado de tu reverb, Jessica, Karaoke español y Hey) reflejan también la capacidad terapéutica de este Museo, en el que el baile es contagioso protagonista (basta con escuchar Bailar y llorar).

Altafonte
Sila Lua
★★★✩✩
Danzas de amor y veneno
Pop
Altafonte
En su segundo álbum la cantante gallega ilumina, a través de una voz atractiva, versátil y muy bien empleada, cortes de variada estilística, coproducidos junto a Pau Aymí. En esta ocasión la temática gira en torno a los opuestos y las contradicciones, marco ideal para sus incursiones en el bolero, afrobeat, bossa, dembow o salsa.
Cultura