Los ahorros depositados por los hogares en los bancos españoles cerraron el pasado ejercicio en niveles inéditos, al alcanzar los 1,04 billones de euros. Comenzaron el año en unos 991.000 millones y progresivamente fueron escalando hasta rebasar la cifra simbólica del billón, y trepar incluso un poco más.
Alcanzan 1,04 billones, la mayor parte en cuentas corrientes
Los ahorros depositados por los hogares en los bancos españoles cerraron el pasado ejercicio en niveles inéditos, al alcanzar los 1,04 billones de euros. Comenzaron el año en unos 991.000 millones y progresivamente fueron escalando hasta rebasar la cifra simbólica del billón, y trepar incluso un poco más.
Este dato, recopilado por el Banco de España, es el mejor de la serie histórica de la institución. El nivel actual bate con creces el que se registraba en dos fechas relevantes: antes de la pandemia, cuando los depósitos se situaban en 853.000 millones de euros; y en septiembre del 2008, cuando la burbuja económica se encontraba a punto de estallar, momento en el que ascendían a 660.982 millones.
Los bancos no han tenido necesidad de captar el ahorro y ya están bajando el interés de los depósitos
En su último informe sobre la situación financiera de los hogares, el Banco de España apunta a un factor para explicar el buen momento de los hogares. En eso coincide con todos los expertos: el buen momento del mercado laboral sostiene las economías domésticas. El empleo les permitió resistir las subidas de tipos y seguir dando señales de buena salud financiera, al menos en términos macroeconómicos.
“La renta de las familias continúa expandiéndose gracias al avance del empleo y los salarios”, indica el informe. Solo en la primera parte del año pasado, las rentas laborales alcanzaron un incremento del 8,3% “gracias a la favorable evolución tanto del número de asalariados como de los ingresos nominales por asalariado”.
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Si los hogares tienen más dinero en los bancos, no ha sido por el esfuerzo de las entidades por captarlo. En realidad, la mayor parte del dinero se encuentra en depósitos a la vista, esto es, en las cuentas corrientes. Son, con datos del Banco de España en este caso de noviembre, 863.850 millones de euros. El que se encuentra en depósitos a plazo asciende en cambio a una cifra muy inferior, de 169.588 millones. Al ver que los depósitos no rentan demasiado, muchos clientes prefieren tener el dinero a su disposición.
La remuneración de los depósitos ya va a la baja tras los recortes de tipos de interés y en ningún momento ha logrado superar la ofrecida por otros productos como las letras del Tesoro. En noviembre del año pasado era del 2,6%, frente al 2,72% un mes antes, y ya lejos del 3,26% que llegó a marcar en agosto. Estos porcentajes son para los depósitos de entre uno y dos años. Para el dinero a la vista, el de la cuenta corriente, apenas se sitúa en el 0,18%.
Los bancos no han tenido incentivos para mejorar la remuneración de los hogares
Los bancos han disfrutado de elevada liquidez durante el ciclo de subidas de tipos gracias en parte a los programas de compra de deuda del BCE, con lo que han carecido de incentivos para mejorar la rentabilidad de los depósitos, más allá de las campañas para captar clientes. En un reciente informe, la CNMC apuntaba a factores como el coste de cambiar de banco o la baja educación financiera para explicar el bajo rendimiento de los depósitos.
Si a los hogares se le suman los importes que las empresas de todo tipo tienen depositados en los bancos, la cifra de ahorro del sector privado asciende a 1,75 billones de euros a cierre del 2024. También tiene algo de simbólico porque hace unos días el Banco de España informó de que, al menos hasta septiembre del 2024, hogares y empresas habían reducido su deuda hasta 1,7 billones. El sector privado ya atesora más dinero del que debe.
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