Las empresas españolas con un pie en EE.UU. afrontan un escenario incierto

El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, presume de que el tiquet de comida más barato y rentable de la empresa lo pasó él. Fue hace lustros, cuando buscaba negocio en Estados Unidos, una noche en que presidente y consejero delegado quedaron atrapados por una tormenta en un remoto aeropuerto del país. En medio de la nada, tuvieron que apañárselas con comida rápida. Muchos años después, su empresa cotiza en el Nasdaq y construye la terminal 1 del aeropuerto de JFK de Nueva York. Forma parte de las empresas españolas que han logrado poner un pie en Estados Unidos y ahora observan con máxima expectación lo que ocurre en el país.

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 El proyecto de Trump las coloca como ganadoras, pero el momento es difícil  

El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, presume de que el tiquet de comida más barato y rentable de la empresa lo pasó él. Fue hace lustros, cuando buscaba negocio en Estados Unidos, una noche en que presidente y consejero delegado quedaron atrapados por una tormenta en un remoto aeropuerto del país. En medio de la nada, tuvieron que apañárselas con comida rápida. Muchos años después, su empresa cotiza en el Nasdaq y construye la terminal 1 del aeropuerto de JFK de Nueva York. Forma parte de las empresas españolas que han logrado poner un pie en Estados Unidos y ahora observan con máxima expectación lo que ocurre en el país.

Las empresas españolas establecidas en EE.UU. parten como ganadoras en el plan de la Administración Trump de potenciar la producción interna. “Todas las compañías con presencia allí en principio podrían verse beneficiadas por la prevista bajada de impuestos y en algunos casos por la desregulación”, afirman en Renta 4.

Entre el auge del negocio interno y la incertidumbre

Santander ha convertido el país en su gran apuesta de crecimiento a través de Openbank, mientras que el 61% de los ingresos de ACS viene de allí. El grupo se adjudicó el año pasado un contrato milmillonario con Meta para levantar un gran centro de datos. Acciona también desarrolla importantes proyectos.

Sin embargo, los temores a una recesión de los últimos días han generado desconcierto. Manuel Pinto, analista de mercados en XTB, avisa de que “pueden sufrir ante el debilitamiento del crecimiento en EE.UU.”. Apunta a otro factor que juega en su contra: el dólar ha perdido valor, de modo que el negocio americano quedará deslucido en el momento de repatriar los beneficios.

Entre las empresas industriales, el caso base es que los aranceles y el mayor consumo de productos locales deberían catapultar el negocio interno. Acerinox tiene una gran fábrica de acero inoxidable en Kentucky y ha comprado hace poco una empresa orientada a la industria aeroespacial. También tienen presencia fabricantes de componentes como Gestamp, Cie y Antolin.

Ferrovial, ACS, Fluidra, Grifols, Santander, Acerinox o Iberdrola están presentes en el país

Entre las empresas catalanas destaca Grifols, que genera dos tercios de su negocio en EE.UU. Un reciente informe de Barclays apunta que la compañía puede resultar ganadora porque tiene parte de sus fábricas en EE.UU. y una exposición limitada a China. Por su parte, Fluidra tiene un 40% del negocio en el país.

Un asesor en operaciones corporativas hace dos puntualizaciones. La primera, que Trump, a diferencia de Biden, no está incentivando la instalación de proyectos empresariales en EE.UU., sino decantándose por castigar a los foráneos. La segunda, que las empresas españolas en el país tienen dudas ahora acerca de si financiarse en dólares, ante un previsible aumento de costes financieros por unos tipos de interés más elevados que en la zona euro.

Repsol tiene presencia en el país, aunque se especula con una desinversión o con que se anime a sacar a bolsa el año que viene su negocio estadounidense de exploración y producción de hidrocarburos. Por el momento, más que alegrías por el drill baby drill de Trump, lo que ha recibido Repsol es la mala noticia de la revocación de sus licencias de exportación en Venezuela.

El fabricante de encimeras Cosentino, que obtiene el 59% de sus ingresos en EE.UU., está invirtiendo 270 millones de dólares en una fábrica en Florida. Le permitirá esquivar los aranceles, lo que tendrán más difícil la aceitera Deoleo y la industrial Tubos Reunidos. La primera genera el 50% de su beneficio bruto de explotación (ebitda) en el país, mientras que el segundo logra allí el mismo porcentaje de las ventas. EE.UU. es también el primer mercado del grupo de fragancias y moda Puig.

La caída del consumo y del dólar, que desluce la repatriación de beneficios, juega en su contra

También hay empresas energéticas y de renovables españolas en EE.UU., con Iberdrola y Acciona Energía a la cabeza. Trump apuesta por resucitar el carbón, se ha salido del Acuerdo de París y no tiene ningún entusiasmo por apoyar a las renovables. Al contrario, ha firmado una orden ejecutiva que suspende los nuevos proyectos eólicos tanto en tierra como en el mar. Todo ello mientras defiende la producción de crudo.

El consuelo para las empresas españolas es que muchos proyectos son estatales y no federales. Además, el 80% de las inversiones previstas por Iberdrola en el país en dos años es en redes eléctricas, con importes que alcanzan los 8.000 millones hasta el 2030. El grupo trabaja en el parque de eólica marina de Vineyard, pero ya tiene completada buena parte de su producción. Otros dos proyectos en fase más preliminar están sometidos a más incertidumbre.

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