La OMS alerta de que la pobreza puede acortar la vida más de 30 años

Condicionantes sociales como la falta de vivienda, de educación o de buenas oportunidades laborales a menudo son causas más determinantes de una mala salud que los factores genéticos o sanitarios, advierte un estudio publicado este martes por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Seguir leyendo

 La brecha de longevidad es acusada entre los países más y menos desarrollados, pero también existe entre distintos estratos sociales en los ricos  

Esperanza de vida

La brecha de longevidad es acusada entre los países más y menos desarrollados, pero también existe entre distintos estratos sociales en los ricos

Una madre junto a su hijo en un hospital de República Democrática del Congo.

EFE

Ginebra –

Condicionantes sociales como la falta de vivienda, de educación o de buenas oportunidades laborales a menudo son causas más determinantes de una mala salud que los factores genéticos o sanitarios, advierte un estudio publicado este martes por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La diferencia entre los países con mayor esperanza de vida —países de altos ingresos como Japón o Suiza— y los que están en lo más bajo del indicador —naciones de bajas rentas como Chad o República Centroafricana— es todavía de 33 años, recuerda la OMS.

Incluso dentro de un mismo país pueden advertirse estas diferencias, señala el estudio, recordando que, por ejemplo, en Japón los hombres de las regiones menos desarrolladas tienen una esperanza de vida dos años y medio menor que en las zonas más ricas.

“Miles de millones de personas sufren un mayor riesgo de enfermedad y muerte por las condiciones en las que han nacido o el grupo social al que pertenecen”, ha lamentado al presentarse el estudio el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien ha asegurado que esta situación puede y debe mejorar. “La desigualdad sanitaria no es un accidente, es consecuencia de la forma en la que la sociedad distribuye recursos y oportunidades”, ha añadido.

Otros ejemplos mostrados por el estudio señalan que en naciones europeas como Hungría, Eslovaquia o Polonia hay brechas en la esperanza de vida de hasta 10 años entre las personas con mayores y menores niveles de educación.

El informe también subraya la desigualdad sanitaria de comunidades discriminadas como los pueblos indígenas, cuya esperanza de vida es menor tanto en países desarrollados como en desarrollo: la brecha es de 12,5 años entre los inuit y el resto de población en Canadá, o de 10 años entre aborígenes y la media australiana.

Otra minoría étnica, los romaníes, tienen una esperanza de vida entre cinco y 20 años menor que la de la población general en Europa, según cifras de la Comisión Europea citadas en el estudio de la OMS.

También subraya que los niños nacidos en países de bajos ingresos tienen hasta 13 veces más posibilidades de fallecer antes de cumplir los cinco años que en las naciones más desarrolladas.

El informe hace un llamamiento a reducir estas brechas sociales, lo que podría salvar la vida de 1,8 millones de niños anualmente, con medidas como la inversión en infraestructuras y servicios públicos, o programas para eliminar la discriminación estructural.

“La inversión gubernamental en servicios públicos universales como la educación, la seguridad social y la sanidad puede reducir la desigualdad y con ello mejorar la salud”, concluye la OMS, recordando que unos 3.800 millones de personas siguen privadas de servicios de protección social adecuados.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Añadir usuarioContinuar leyendo aquí

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Mis comentariosNormas

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Please enable JavaScript to view the <a href=»https://disqus.com/?ref_noscript» rel=»nofollow»> comments powered by Disqus.</a>

Más información

Estación depuradora de aguas residuales de Almendralejo (Badajoz).
Raquel Pérez Castiñeiras, en O Milladoiro (A Coruña), junto a su hija que sufre diabetes tipo 1 junto a otras patologías.

Archivado En

 Sociedad en EL PAÍS

Te Puede Interesar