La nueva empresa estatal de vivienda recibirá, como transmisión lucrativa, es decir, como donación, más de 40.000 pisos de la Sareb y otros 2.400 suelos con capacidad para construir otras 55.000 viviendas. El objetivo es impulsar el parque público de vivienda de forma que estos inmuebles pasen a estar disponibles para ofertarlos en alquiler asequible, es decir, por debajo de precio de mercado. El valor de mercado de estos activos inmobiliarios alcanza los 5.900 millones.
Activos que formaron parte de las antiguas cajas de ahorro y que ha gestionado hasta ahora el ‘banco malo’ pasan al Gobierno a través de una donación
La nueva empresa estatal de vivienda recibirá, como transmisión lucrativa, es decir, como donación, más de 40.000 pisos de la Sareb y otros 2.400 suelos con capacidad para construir otras 55.000 viviendas. El objetivo es impulsar el parque público de vivienda de forma que estos inmuebles pasen a estar disponibles para ofertarlos en alquiler asequible, es decir, por debajo de precio de mercado. El valor de mercado de estos activos inmobiliarios alcanza los 5.900 millones.
La nueva sociedad, que nacerá a partir del actual Sepes, asumirá la propiedad y gestión de estos activos inmobiliarios que en su día pertenecieron a las algunas de las antiguas cajas de ahorro. Dichos inmuebles y suelos fueron asumidos por el antiguo banco malo. Algunos de ellos se encontraban a la venta y otros se encuentran ya arrendados a través del llamado plan Viena, que ofrece alquileres asequibles a familias en situación de vulnerabilidad.
Los 40.000 inmuebles que recibirá la Sareb serán ofertados en alquiler asequible. La renta, por tanto, no podrá superar el 30% de los ingresos de las familias que vivan en estos pisos, ha asegurado la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez.
El Gobierno ha seguido unos criterios específicos para seleccionar los impuestos que pasan a formar parte. En primer lugar, ha aplicado un criterio geográfico. Se trata de viviendas ubicadas en municipios de áreas metropolitanas e islas de más de 5.000 habitantes o con más de 1.000 que cuentan con un crecimiento de su población superior al 5% en los últimos diez años.
El segundo criterio es el económico. A la nueva oferta de la empresa estatal de vivienda se incorporarán inmuebles con una superficie de hasta 85 metros cuadrados útiles independientemente del valor de tasación y aquellas con una superficie de hasta 150 metros cuadrados útiles cuyo valor de tasación no supere en un 40% el valor que resultaría de multiplicar la extensión del inmueble por el precio medio de vivienda libre reflejado en la índice oficial de vivienda.
Por último, estos 44.000 inmuebles no tendrán problemas estructurales ni estarán ocupados.
En el caso de los suelos que se incorporarán al parque de la nueva empresa de vivienda, estos estarán en municipios de más de 5.000 habitantes y tendrán una superficie de más de 150 metros cuadrados.
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