Els Catarres: carpe diem con cicatrices

D ebe ser fácil saltar cuando sabes que hay un paracaídas. Al menos, si sabes cómo funciona o alguien lo abre por ti. Es lo que han querido reflejar Els Catarres en su último disco, Paracaigudistes ( Halley Records ), que presentan mañana –en dos pases– en el festival Strenes de Girona, con las entradas agotadas hace semanas. Si en el anterior, el recopilatorio con colaboraciones Invencibles, apostaron por una memoria USB, ahora vuelven al CD, aunque, como han hecho siempre en estos 15 años, el grupo formado por Èric Vergés , Joan Riera y Roser Cruells pone a disposición de quien quiera, en su web, su música. “Las plataformas no son gratis, pagas con tus datos o comiéndote los anuncios, y nosotros por concepto y por ideología la regalamos”, recuerda Vergé s .

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 El trío publica ‘Paracaigudistes’, un disco con el cual celebran el valor de lanzarse a la vida  

D ebe ser fácil saltar cuando sabes que hay un paracaídas. Al menos, si sabes cómo funciona o alguien lo abre por ti. Es lo que han querido reflejar Els Catarres en su último disco, Paracaigudistes ( Halley Records ), que presentan mañana –en dos pases– en el festival Strenes de Girona, con las entradas agotadas hace semanas. Si en el anterior, el recopilatorio con colaboraciones Invencibles, apostaron por una memoria USB, ahora vuelven al CD, aunque, como han hecho siempre en estos 15 años, el grupo formado por Èric Vergés , Joan Riera y Roser Cruells pone a disposición de quien quiera, en su web, su música. “Las plataformas no son gratis, pagas con tus datos o comiéndote los anuncios, y nosotros por concepto y por ideología la regalamos”, recuerda Vergé s .

El cantante explica que no escribieron las canciones pensando en un único concepto, aunque sí trabajaron a partir de las letras, y el título engloba la idea de “vivir sin complejos, atreverse a dar el paso y tener experiencias, sean las que sean, sin tener tanto en cuenta las consecuencias”. “El paracaídas –concluye– son las personas que amas y tienes alrededor, que te ayudan a frenar cuando conviene, pero tú también eres un poco el paracaídas de los demás”. Riera añade que “se trata de esquivar los elementos como el viento y las tormentas, intentar disfrutar del viaje, que sea bonito y largo, y que pase por todas las etapas de la vida. Por eso, muchas canciones ilustran momentos que te pueden pasar sobre todo si has vivido casi media vida como nosotros. Hay desamores, hay un saber dar las gracias, relaciones de varios tipos… un poco de todo”.

“No intentamos copiar modas y aún creemos que no hay nada más potente que la música en directo”, dice Riera

Rondan –arriba o abajo– los cuarenta años, y asumen, como cantan en el primer verso del disco, que “las cicatrices que lucimos ya son medallas”. “Si has vivido, tienes cicatrices; si vives con todas las letras, acumulas experiencias y aventuras, y es importante dar valor a las marcas que te ha dejado la vida, que te han hecho quien eres ahora,” complementa Cruells. Es, de algún modo, un disco de madurez, o por lo menos “hay más conciencia de saber qué valoras en la vida, cuáles son las prioridades y cuáles las fortalezas de cada uno, y entender que en algunas cosas te ha tocado la lotería por estar donde estás”, cuenta Cruells. “Tenemos más bagaje, pero intentamos mantener esta visión más fresca y buscar siempre la parte luminosa de las cosas”, añade Vergés.

Unas canciones que hablan de amor y desamor, pero sobre todo de la vida misma, e incluso pasan revista a quiénes son y de dónde vienen, como el primer single, La fortuna, en que reivindican que “esto nuestro no es un golpe de suerte”, por si alguien solo los recuerda por aquel seminal Jenifer. “Es una piedra fundamental, pero a partir de ahí construimos una carrera con muchas canciones que han entrado en el imaginario popular”, resume Vergés.

Un disco variado en que van del folk pop a la rumba, pasando por el rock más indie o el EDM , porque, como dice Cruells , “es un reflejo de la realidad, tienes tanta música al alcance que ya no escuchas una sola cosa, te pueden gustar músicas muy opuestas”. Saben que su público disfrutará en los conciertos: “No intentamos copiar modas, aún creemos que no hay nada más potente que la música en directo, y se nota”. Ya tienen una treintena de concierto programados, y subiendo, entre los cuales el 31 de mayo en el Razzmatazz. Sí, es la final de la Champions. “Que la gente sepa que estamos buscando soluciones, quizá podríamos adelantar el concierto y luego ver juntos el partido”, asegura Riera .

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