El secretario general de la OTAN adelanta que ya este año se marcará un nuevo objetivo, y que la nueva cifra será «considerablemente» superior al 2% Leer El secretario general de la OTAN adelanta que ya este año se marcará un nuevo objetivo, y que la nueva cifra será «considerablemente» superior al 2% Leer
«No se trata únicamente de gastar más, sino también de gastar mejor», y «gastar mejor es también integrar esa dimensión de Defensa en la transformación de la economía, para lograr una transición verde y digital«. El Gobierno defiende este lunes su postura en Bruselas sobre la inversión en Defensa y, según explican fuentes del Ejecutivo, lo apuntado es la visión que traslada el presidente Pedro Sánchez.
«Para España, es importante que el debate sobre las capacidades tenga en cuenta que el aumento del gasto en defensa debe, a nuestro modo de ver, contribuir a reforzar la competitividad, a fortalecer la cohesión de la UE, a desarrollar la excelencia tecnológica y a crear empleo«, inciden desde el Ejecutivo, que aclaran que tampoco esta vez el presidente Sánchez dará explicaciones sobre esta cuestión.
Ya lo hizo tras su reunión con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, la pasada semana en Madrid, y lo vuelve a hacer hoy en Bruselas. No ha hecho declaraciones antes del inicio de la reunión informal a la que acuden todos los líderes de la UE, no lo hará al finalizar la jornada y tampoco habrá rueda de prensa. Algo que no es para nada común y que contrasta con las intervenciones que ya han realizado el presidente de Francia, Emmanuel Macron o el canciller alemán, Olaf Scholz.
Y la etérea postura del Gobierno contrasta igualmente con la claridad del mensaje que el propio Rutte ha realizado antes de la cumbre informal centrada en la inversión en Defensa: hay que gastar más. Ya. De hecho, el máximo responsable de la Alianza ha adelantado que la OTAN fijará un nuevo objetivo de inversión ya a finales de este año, y que la nueva cifra será «considerablemente» superior al 2% del Producto Interior Bruto (PIB). «Necesitamos invertir más y producir más. Esto no puede esperar», ha añadido en una publicación en su perfil de la red social X.
Esto eleva todavía más la presión sobre España, que es el país que menos invierte en Defensa de toda la OTAN con apenas un 1,29% y que no espera llegar al 2% antes de 2029. Pero por la postura que ha trasladado en Bruselas y la falta de claridad de Sánchez en repetidas ocasiones, parece que el Ejecutivo no está muy dispuesto a elevar ese cifra.
Y si se atiende a las declaraciones que vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha hecho hoy también en la capital comunitaria, la parte del Gobierno de Sumar no está en absoluto dispuesta a facilitar que se apriete el paso en términos de inversiones. De hecho, no está claro ni siquiera que facilite llegar a ese objetivo del 2% en 2029. «Esto no va de gastar más, sino de un proyecto común europeo que no sea dependiente de la estrategia de Estados Unidos», ha afirmado durante una rueda de prensa antes de participar en una conferencia organizada por el Consejo Económico y Social Europeo (CESE) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Pero la realidad es que sí, que para la OTAN y la Unión Europea esto va de gastar más, y por eso se ha convocado este encuentro informal con esa cuestión como tema central y en la que habrá no conclusiones pero sí quedarán claras las posturas.
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, anunció este lunes a los líderes comunitarios que estudiará la posibilidad de flexibilizar las reglas de la Unión Europea (UE) sobre el control del déficit y la deuda públicos para permitir un aumento del gasto en defensa.
«Si se mira a los presupuestos nacionales, están constreñidos. Han sido constreñidos hasta ahora a través de las nuevas reglas del pacto de estabilidad y crecimiento. Para tiempos extraordinarios, es posible tener medidas extraordinarias también en el pacto de estabilidad y crecimiento, y creo que vivimos en tiempos extraordinarios», indicó Von der Leyen al término de una cumbre informal de líderes de la UE.
La importancia de la cita, que se desarrolla en Palacio de Egmont en lugar de en el Consejo como es habitual, también lo evidencia que es la primera tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y, con él, la amenaza de los aranceles. Y a todo ello se suma que hasta Bruselas se ha desplazado el primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, que será el primer premier en estar presente en una reunión de la UE desde el Brexit.
Su asistencia está marcada por el creciente arrepentimiento por parte de la población del país ante el proceso de salida, ya que muchos consideran que ha desatado un empobrecimiento de la población de Reino Unido. Starmer quiere intentar un acercamiento a la UE, pero al mismo tiempo tiene que se cuidadoso con Trump. Porque el presidente de EEUU ya ha anunciado que aplicará aranceles a la UE, mientras que con Reino Unido no ha sido tan claro. Y el primer ministro británico quiere una «fuerte relación comercial» con el país norteamericano por lo que debe intentar encajar un puzzle con piezas que difícilmente encajarán.
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