La violencia es inherente al ser humano y la civilización la modula”, declara Ivan Benet, uno de los cuatro intérpretes de Un déu salvatge, la obra de Yasmina Reza que Pere Arquillué estrena en el teatro Goya como director y actor.
El actor y director Pere Arquillué recupera la pieza de Yasmina Reza “porque es más actual que nunca”
La violencia es inherente al ser humano y la civilización la modula”, declara Ivan Benet, uno de los cuatro intérpretes de Un déu salvatge, la obra de Yasmina Reza que Pere Arquillué estrena en el teatro Goya como director y actor.
La actriz Laura Conejero explica: “Cuando Pere me propuso la obra, veía a cuatro personajes muy civilizados, cultos y educados que pretenden arreglar una situación con el diálogo. Pero el diálogo es algo muy complicado: cuán difícil es dialogar respetando la opinión del otro. Y llega un momento en que pierden las formas y la civilización se va”.
Dos parejas se encuentran para intentar solucionar un incidente que ha habido entre sus hijos
“Nuestro cerebro pasional es mucho más antiguo que nuestro cerebro racional –continúa la actriz–. Todos quieren tener razón y se quieren salvar y tienen miedo del otro. Mi personaje quiere demostrar que puede ser muy civilizada, más que resolver el conflicto”.
Laura Aubert, que completa el cuarteto de intérpretes, añade: “Es una obra muy humana y a la vez es muy formal. Es eso: un dios que es salvaje. Es la dificultad de la obra y creo que lo hemos encontrado gracias a la mirada de la dirección”, que la actriz extiende a los ayudantes de dirección Xavier Ricart y Ferran Carvajal.
Después de 15 años, cuando se representó en el mismo teatro Goya, Arquillué considera que ha llegado el momento de recuperarla: “Es un clásico contemporáneo y no solo aguanta el paso del tiempo, sino que tiene más actualidad que nunca”. El equipo artístico coincide en el fracaso del diálogo y la imposición de la violencia como tema principal de la obra, que resuena en lo que pasa en la política y en la sociedad actual en todo el mundo.
Reza conecta con el mundo de ahora a partir de la luz. Esta obra es muy violenta pero está llena de luz. Y con esta paradoja es como nos lo cuenta y tiene un sentido muy especial
Pere ArquilluéDirector
El director confiesa su admiración por la autora francesa: “Yasmina Reza me flipa mucho y me llega al corazón. Ya hice Art en este mismo teatro. Y Un déu salvatge conecta con el mundo de ahora a partir de la luz, Reza lo hace todo a partir de la luz. Esta obra es muy violenta pero está llena de luz. Y con esta paradoja es como nos lo cuenta y tiene un sentido muy especial. El público ríe, pero la obra le deja unas resonancias con todo el presente”.
Arquillué resume el argumento: “Dos críos se pelean en un parque y uno de ellos le causa una herida al otro, pequeña o no tan pequeña. Reza abre un debate con el público sobre la sociedad en la que vivimos a partir de este hecho. Con una esgrima verbal y unos diálogos brillantísimos. Habla de muchas cosas, aunque pasa en tiempo real, en un mismo lugar. Es una obra cabrona, a partir del humor”.
¿Cuáles son todas esas cosas de las que habla? “Vivimos en un mundo que engloba una violencia que llevamos todos dentro y que pasa de padres a hijos. La obra habla de la culpa, del castigo, del valor, de la cultura… Habla del negocio de las armas, de las farmacéuticas, de los impulsos salvajes que tenemos todos a partir de estos egos que también tenemos todos. Cada vez tenemos actitudes más individualistas. Por eso, en estos veinte años desde que la escribió, todo coge más vigencia en el mundo actual. También está la sobreprotección de los hijos, que no sabes si lo que quieres es proteger al crío o a ti, porque tú no quieres sufrir ni asumir responsabilidades”.
Lee también
Sobre el montaje, da algunos detalles: “La obra es un cuarteto de cámara, que pide una afinación muy especial. La he sacado de la comedia de situación y la he colocado en un espacio muy neutro: caja blanca con cuatro sillas mirando al público, como si fuera el punto de partida de un debate político”.
Como director, esta es la segunda obra que dirige y, con respecto a esta vertiente, afirma: “Soy sobre todo actor, que es donde me lo paso mejor desde hace 40 años. Pero también me lo paso bien dirigiendo y la voluntad es ir dirigiendo de vez en cuando. De hecho, ahora dirigiré otra obra, sin actuar, pero aún no puedo decir nada”.
En la traducción y adaptación que ha hecho Pablo Macho Otero, las referencias parisinas del original han sido llevadas a Barcelona. “Me ha ayudado haber vivido en París y la película de Polanski, para ver cómo Reza, que participó en la adaptación del argumento en Nueva York, lo hizo”, detalla Macho. Un déu salvatge es una producción de Focus, Mola Produccions y Bitò, y estará en el teatro Goya hasta el 16 de marzo.
Cultura