El emotivo acuerdo de un joven tras comprar el coche de un hombre que lo tuvo 34 años y verle llorar: “Ven a verlo siempre que quieras”

Soltar algo que ha sido parte de tu vida no es fácil. Ya sea una relación, un objeto o un coche con el que has recorrido miles de kilómetros, desprenderse de ello deja una sensación extraña. No es solo el adiós, sino lo que simboliza: los recuerdos, las historias y ese vínculo que parece imposible de reemplazar.

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 Ya no podía cuidar de Steluţa como antes y decidió que lo mejor era dejarla en manos de alguien que la valorara  

Soltar algo que ha sido parte de tu vida no es fácil. Ya sea una relación, un objeto o un coche con el que has recorrido miles de kilómetros, desprenderse de ello deja una sensación extraña. No es solo el adiós, sino lo que simboliza: los recuerdos, las historias y ese vínculo que parece imposible de reemplazar.

Eso es justo lo que sintió el señor Vasile cuando dejó atrás a Steluţa, su Dacia con más de tres décadas de historia. Aunque no lo hizo por necesidad ni por dinero, la decisión pesó en su corazón. Su relación con el coche iba más allá de lo material. “Era como nuestro hijo”, confesó, sin ocultar la emoción.

La emotiva despedida de Vasile y su Dacia

Cuando Gheorghiţă Alexe se cruzó con él en el tráfico de Braşov, no imaginaba que aquel encuentro terminaría en una historia tan emotiva. Él, coleccionista de coches retro, quedó fascinado con el Dacia 1310 TLX de Vasile y le propuso comprarlo en ese mismo instante, tal y como confesó a Adevărul. Pero venderlo no era una decisión fácil. Ese coche no era solo un vehículo, era parte de su vida.

Al principio, Vasile se mostró reacio. No podía simplemente entregar a Steluţa. Necesitaba hablarlo con su familia. Solo después de visitar la colección de Alexe y ver el destino que le esperaba a su coche, cambió de opinión. “Lo convencí sólo después de llevarlo al salón con los coches retro que había adquirido a lo largo del tiempo y se dio cuenta de que Steluţa terminaría en una colección especial”, explicó el comprador.

El momento de la despedida fue registrado en un vídeo que arrasó en redes sociales. Muchos pensaron que Vasile había vendido el coche por necesidad económica, hasta el punto de que algunos plantearon organizar una colecta para recomprarlo. Pero nada más lejos de la realidad. “El señor Vasile se alegró mucho al saber que su coche acabaría en una colección, junto con otras 14 joyas de Dacia”, aclaró Alexe.

Además, la venta no significó un adiós definitivo. “También le dije que le dejaría una llave de repuesto para que pudiera ir en coche cuando quisiera. Se ha formado una hermosa amistad entre nosotros y planeamos iniciar algunos proyectos juntos”, reveló el coleccionista. Uno de esos planes es una gira por Rumanía con todos los Dacia de la colección, y Vasile será quien conduzca a su querida Steluţa.

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