Manual de política monetaria: en caso de estancamiento económico, saquen las tijeras. La entidad que preside Christine Lagarde redujo este jueves el precio del dinero en la eurozona, por quinta vez desde el pasado mes de junio, en un cuarto de punto. Los tipos de interés de la facilidad de depósito se quedan en el 2,75%. La decisión llega después de que se conociera que el mayor eje económico de la eurozona, el dúo franco-alemán, registró una contracción de su PIB en el cuarto trimestre del 0,2% y el 0,1%, respectivamente.
El Banco Central Europeo rebaja el precio del dinero hasta el 2,75%
Manual de política monetaria: en caso de estancamiento económico, saquen las tijeras. La entidad que preside Christine Lagarde redujo este jueves el precio del dinero en la eurozona, por quinta vez desde el pasado mes de junio, en un cuarto de punto. Los tipos de interés de la facilidad de depósito se quedan en el 2,75%. La decisión llega después de que se conociera que el mayor eje económico de la eurozona, el dúo franco-alemán, registró una contracción de su PIB en el cuarto trimestre del 0,2% y el 0,1%, respectivamente.
En el cuarto trimestre del 2024 París y Berlín vieron caer su PIB: “Hay vientos en contra”, asegura el BCE
“Las perspectivas de crecimiento europeo siguen siendo sombrías. Las encuestas de actividad empiezan a mejorar, pero siguen en niveles muy bajos. La incertidumbre de la política comercial estadounidense con respecto a los aranceles mantendrá débil la inversión europea hasta que se resuelva”, comenta en una nota Tomasz Wieladek, de T. Rowe Price Management.
“Esta decisión se produce tras los recientes datos del PIB de la zona euro, que revelan el actual desplome del sector manufacturero alemán, la incertidumbre relacionada con las próximas elecciones, la atonía de la demanda interna y las persistentes tensiones comerciales”, señalan los analistas de eToro.
La presidenta exige a la hoja de ruta de la Comisión Europea “mayor concreción
y ambición”
La prioridad del BCE consiste en inyectar estímulos monetarios, pese a que la inflación muestra señales de resistencia. Subió dos décimas en diciembre, hasta una tasa interanual del 2,4%, y la subyacente, que excluye la energía y los alimentos, está estable en el 2,7% por cuarto mes consecutivo.
“El proceso de desinflación avanza por buen camino”, aseguró Lagarde. Luego explicó que la inflación interna sigue siendo alta, sobre todo porque los salarios y los precios en ciertos sectores –servicios– todavía se están ajustando al aumento inflacionario del pasado con un retraso sustancial. Así, destacó que este mismo año se prevé que se llegue al objetivo del 2% y recordó que, en todo caso, el actual nivel de tipos de interés sigue siendo restrictivo.

Después de que la Reserva Federal de Estados Unidos este miércoles decidiera dejar el precio del dinero sin variaciones (en el 4,5%), ahora el diferencial entre el área del dólar y del euro se ha ampliado todavía más. Esto, en principio, hace más atractivo invertir en el área norteamericana en lugar de la europea, porque los retornos son superiores. A medio plazo, no es una buena noticia para el euro, que corre el riesgo de depreciarse respecto al billete verde (ya ha perdido cerca del 10% desde septiembre), lo que potencialmente puede causar un rebrote de la inflación.
Enrique Díaz-Alvarez, director de riesgos de Ebury, fintech especializada en pagos internacionales y gestión de divisas, comenta desde Nueva York que en estos momentos la inflación en Europa no es motivo de preocupación. “El mayor riesgo global para la economía es que repunte la inflación en Estados Unidos, por efecto de los aranceles y de los estímulos fiscales. Mucho más que en Europa”, considera. “Además, como buen promotor inmobiliario que es, a Trump en el fondo no le molesta demasiado la inflación”, subraya.

¿Está haciendo entonces lo correcto el BCE? “El crecimiento anémico de Europa poco tiene que ver con los tipos altos o bajos. Está más relacionado con las rigideces, del mercado y de las regulaciones”, asegura Díaz-Álvarez. Así que Lagarde tampoco puede hacer milagros. La esperanza es que con un crédito más barato y unas hipotecas más convenientes se reactive algo el consumo en la eurozona. “La economía aún se enfrenta a vientos en contra, pero el aumento de los ingresos reales y el desvanecimiento gradual de los efectos de la política monetaria restrictiva deberían respaldar una recuperación de la demanda”, asegura el banco en la nota.
En este sentido, Lagarde aprovechó la ocasión para valorar la reciente hoja de ruta de Ursula Von der Leyen para relanzar la economía europea, basada en reducción de la burocracia, innovación, seguridad y flexibilización de los objetivos de descarbonización, aunque pidió mayor concreción. “Es crucial dar seguimiento con políticas estructurales más concretas y ambiciosas”, dijo.
“Esperamos noticias positivas sobre eel crecimiento en la eurozona a partir de marzo. Los resultados de las elecciones alemanas podrían dar lugar a una coalición con una agenda favorable a las empresas y un enfoque más decidido para la flexibilización de las restricciones fiscales. Además, un presidente estadounidense menos vengativo de lo esperado inicialmente o la disminución de las tensiones en Ucrania también podrían contribuir”, pronostica Kevin Thozet, miembro del comité de inversiones de Carmignac. A la espera de que esto ocurra, el mercado apuesta por otro recorte el 6 de marzo.Más tijeras.
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