Trump advierte poco antes de la reunión que Irán «no puede tener un arma nuclear» Leer Trump advierte poco antes de la reunión que Irán «no puede tener un arma nuclear» Leer
Funcionarios de Irán y Estados Unidos han llevado a cabo en Omán el primer acercamiento en una década para intentar relanzar un acuerdo nuclear que limite el enriquecimiento de uranio de Teherán. Unas conversaciones que, según funcionarios de Omán, han sido «amistosas» y «propicias al acercamiento».
El ministro de Exteriores omaní, Badr bin Hamad al Busaidi, confirmó que las conversaciones que su país ha acogido este sábado se han producido en una atmósfera «amistosa y propicia para acercar puntos de vista».
Funcionarios iraníes aseguraron que están ofreciendo «una oportunidad genuina» para negociar, mientras que Washington, quien lanzó el guante para retomar las conversaciones, amenaza con recrudecer el conflicto en Oriente Próximo si el acercamiento no llega a buen puerto. El encuentro se considera un paso importante en el intento de resolver el prolongado estancamiento entre ambos países, después de que Donald Trump suspendiera el pacto nuclear con Irán en su primera legislatura y Teherán respondió con una mayor opacidad en su programa de desarrollo atómico.
Así, en Mascate, la capital de Omán, funcionarios locales llevaron a cabo reuniones con ambas delegaciones por separado, ya que como enfatizó Irán se trata de «conversaciones indirectas». El grupo iraní lo encabezó el ministro de Exteriores, Abbas Aragchi, junto a miembros de su ministerio. Por su parte, Washington contó con el enviado de Trump para Oriente Próximo, Steve Witfkoff. «Estamos decididos a emplear todos los recursos disponibles para salvaguardar el poderío y los intereses nacionales de Irán», declaró el portavoz de Exteriores, Esmaeil, Baqaei. Imágenes de la agencia estatal iraní IRNA mostraron a Araghchi reunido con su homólogo de Omán, Hamad al Busaidi, para discutir «los preparativos de las conversaciones indirectas».
Las negociaciones se produjeron de manera indirecta entre los dos países, pero sus representantes, «hablaron durante unos minutos» en persona, según el Ministerio de Exteriores iraní, que añadió que continuarán las negociaciones la próxima semana.
Desde que Trump se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear -pactado con China, Rusia, Alemania, Francia y Reino Unido- Irán no ha parado de acelerar su programa nuclear, hasta almacenar casi 275 kilos de uranio enriquecido al 60 por ciento de pureza, lo que le permitiría poder elaborar hasta seis bombas en pocos días, según informes de la agencia atómica de la ONU, OIEA.
Las sanciones impuestas por Washington contra el régimen iraní han incrementado aún más la desconfianza de Teherán, que no ha parado de crecer tras el inicio de la guerra en Gaza en octubre de 2023, con las tensiones regionales entre Israel y grupos militantes aliados de Irán. A ellos se le añaden las diferentes expectativas de Washington y Teherán sobre lo que esperan de este nuevo acercamiento. Trump ha reiterado que prefiere una solución diplomática, aunque no ha dudado en amenazar a Irán si no prosperan las negociaciones, con bombardeos «como nunca antes se han visto».
Sin embargo, horas antes del encuentro en Omán, el presidente estadounidense rebajó un poco el tono sobre las expectativas de Washington. «Quiero que Irán sea un país maravilloso, grandioso y feliz, pero no pueden tener un arma nuclear», señaló Trump el viernes por la noche. Por su parte Witkoff aseguró que la administración podría estar dispuesta a aceptar un acuerdo que no implique un desarme nuclear total. «Donde esté nuestra línea roja, no puede haber militarización de su capacidad nuclear», remarcó el viernes en una entrevista con el Wall Street Journal.
La agencia iraní Tasnim informó que Teherán no está dispuesta a negociar nada más allá de su programa nuclear, dejando fuera de las conversaciones su industria de defensa, incluidos los sistemas de misiles con los que amenaza a Israel. Fuentes de la agencia Tasnim aseguraron que cualquier tipo de amenaza será una «línea roja» para Irán. Medios afines al régimen aseguraron que Irán podría buscar inicialmente un «acuerdo provisional» que dé tiempo a Teherán para seguir negociando y evitar un ataque directo contra sus instalaciones nucleares, antes de poder alcanzar un «pacto integral».
La parte iraní no ha estado exenta de advertencias contra Washington si no se cumplen sus expectativas. El contraalmirante Ali Shamkhani, señaló en un tuit que Irán podría responder a las amenazas con «medidas disuasorias» como la expulsión y cese de la cooperación con la agencia atómica de la ONU, así como «transferir los materiales enriquecidos a otros lugares seguros». Por su parte el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, que habitualmente tiene una postura más moderada que el resto de funcionarios del gobierno, reiteró que Teherán «no busca una bomba nuclear».
Los analistas apuntan que Trump busca alcanzar un acuerdo rápido porque Irán se encuentra en una posición de debilidad tras 18 meses de conflicto regional, en el que Israel y Washington han conseguido golpear a los aliados de Teherán -Hamás en Gaza, Hizbulá en Líbano, la caída del régimen sirio y los ataques de los hutíes en el mar Rojo. Estos reveses podrían empujar a Teherán a tomar una posición más negociadora en un intento de aliviar el aislamiento y sanciones que pesan sobre su régimen.
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