El novelista Eduardo Mendoza se encuentra en Oviedo, donde mañana recibirá el premio Princesa de Asturias de las Letras. El autor de ’La verdad sobre el caso Savolta’ trató a menudo a Lluís Permanyer a lo largo de los años.
“Ha sido el gran conocedor de la ciudad, el que conserva, no la historia, sino la memoria, a menudo hablando de cosas aparentemente triviales, pero que tiene mucha miga”
El novelista Eduardo Mendoza se encuentra en Oviedo, donde mañana recibirá el premio Princesa de Asturias de las Letras. El autor de ’La verdad sobre el caso Savolta’ trató a menudo a Lluís Permanyer a lo largo de los años.
“Era una bellísima persona, cordial, exactamente como su imagen; el bigote lo definía. Simpático, gruñón, muy culto. Cuando un amigo se va no encuentras nunca una manera de definirlo”.
“Pero además –añade el novelista- era el penúltimo miembro de la peña del restaurante Casa Leopoldo. Allí nos reuníamos regularmente a comer y a charlar Manolo Vázquez Montalbán, Juan Marsé, Jaume Perich, Joan de Sagarra…Quedamos Maruja Torres y yo”.
A la hora de definir su trabajo, Mendoza considera que Lluís Permanyer ha sido “el gran conocedor de la ciudad, el que conserva, no la historia, sino la memoria, a menudo hablando de cosas aparentemente triviales pero que eran representativas y tenían mucha miga. No sé quien le va a reemplazar ahora”.
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