Nuestro presidente, Pedro Sánchez, viaja con frecuencia a China. Esto es muy positivo. Estados Unidos se siente muy molesto con el avance de China y le pone todos los obstáculos que puede para impedirle exportar a Estados Unidos. Pero a largo plazo es inevitable que China acabe siendo la primera potencia económica en el mundo. Con unos 1.500 millones de habitantes, China es el primer país del mundo. Si estos habitantes trabajan bien, obviamente se situarán bien.
Nuestro presidente, Pedro Sánchez, viaja con frecuencia a China. Esto es muy positivo. Estados Unidos se siente muy molesto con el avance de China y le pone todos los obstáculos que puede para impedirle exportar a Estados Unidos. Pero a largo plazo es inevitable que China acabe siendo la primera potencia económica en el mundo. Con unos 1.500 millones de habitantes, China es el primer país del mundo. Si estos habitantes trabajan bien, obviamente se situarán bien.Seguir leyendo…
Nuestro presidente, Pedro Sánchez, viaja con frecuencia a China. Esto es muy positivo. Estados Unidos se siente muy molesto con el avance de China y le pone todos los obstáculos que puede para impedirle exportar a Estados Unidos. Pero a largo plazo es inevitable que China acabe siendo la primera potencia económica en el mundo. Con unos 1.500 millones de habitantes, China es el primer país del mundo. Si estos habitantes trabajan bien, obviamente se situarán bien.
En China hay una preocupación muy importante por la educación. Yo lo he podido vivir muy bien. Cuando, hace ya unos 30 años, me pareció que sería bueno lanzar en China una escuela de dirección de empresas, nadie lo veía. Yo no conocía China pero leía como el país crecía. Organicé una conferencia con ayuda, sobre todo, del embajador de España, a quien expliqué la idea de lanzar la escuela y el tema lo entusiasmó y también a los empresarios.
Trump ha cerrado la puerta a China, a largo plazo no será bueno para EE.UU.
Lancé un master ejecutivo, un programa de dos años mandos intermedios o directivos con unos 10 años de experiencia, ofrecido los fines de semana, para que los participantes pudiesen mantener su trabajo.
Durante estos 30 años muy involucrado en China y con la escuela convirtiéndose en las valoraciones internacionales en una de las mejores del mundo, he podido conocer a muchos empresarios chinos importantes y también a muchos empresarios europeos o americanos que lo han hecho muy bien en China. Fue una gran sorpresa para mí cuando en unos tiempos de crisis, Ford, que había comprado Volvo, necesitó venderla para no quebrar pero ninguna empresa del sector en América o en Europa tenía interés. Apareció entonces Li Shufu, exalumno mío y propietario de la empresa de automóviles Geely y le compró Volvo a Ford. Los directivos de Volvo tenían miedo de que Li Shufu los sustituyera por directivos chinos. Pero poco tiempo después descubrieron que Li Shufu quería contar con ellos y les ampliaba el presupuesto para proyectos que mejorasen la empresa.
Los empresarios chinos han empleado a chinos que se habían venido a Europa o se habían ido a Estados Unidos pero, en general, han mantenido los empleados y directivos de las empresas que han adquirido sobre todo en Europa. Afortunadamente tenemos jóvenes europeos y americanos que han aprendido el idioma chino y se han ido a hacer un programa tipo máster a China y esto les ha facilitado conseguir un empleo allí. Esto les ha permitido conocer bien una empresa China que luego los está utilizando para aterrizar sobre todo en Europa. En Estados Unidos parece que Trump ha cerrado la puerta a China pero esto, a largo plazo, no será bueno para Estados Unidos. Yo siempre he dicho en China que la mejor forma para que las empresas chinas entren en Europa es hacerlo desde España. La empresa china Chery ha aprovechado la salida de Nissan para entrar en Europa desde Barcelona. Será un éxito. Y el presidente Sánchez hace muy bien en mostrar una buena actitud de España hacia China.
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