Si algo funciona bien, para qué cambiarlo. Hacerlo supone asumir riesgos, ya que la modificación puede traer mejoras o, por el contrario, empeorar lo que ya se tenía. Y parece que esto último es lo que le ha sucedido a Audi con su decisión de introducir nuevos criterios para denominar a sus modelos. Antes estaban muy claros. La A servía para identificar a los coches con carrocería tipo berlina, mientras que la Q se utilizaba para los SUV. La numeración adjunta a la letra marcaba el tamaño del vehículo, de modo que se deducía rápidamente que el A1 era más pequeño que el A3; el A3, que el A4; el Q5, que el Q6; y así sucesivamente.
El primer modelo nuevo que utilizará la recuperada nomenclatura será el Audi A6 con motor de combustión, que se presentará el próximo 4 de marzo a nivel mundial
Si algo funciona bien, para qué cambiarlo. Hacerlo supone asumir riesgos, ya que la modificación puede traer mejoras o, por el contrario, empeorar lo que ya se tenía. Y parece que esto último es lo que le ha sucedido a Audi con su decisión de introducir nuevos criterios para denominar a sus modelos. Antes estaban muy claros. La A servía para identificar a los coches con carrocería tipo berlina, mientras que la Q se utilizaba para los SUV. La numeración adjunta a la letra marcaba el tamaño del vehículo, de modo que se deducía rápidamente que el A1 era más pequeño que el A3; el A3, que el A4; el Q5, que el Q6; y así sucesivamente.
Sin embargo, el año pasado la compañía alemana anunció que modificaba esta lógica. A partir de entonces, el número del nombre del modelo no identificaría el tamaño sino el sistema de propulsión. Así, los pares corresponderían a los automóviles eléctricos, mientras que los impares serían para los de combustión interna. Y el primero en estrenar el cambio fue el renovado A4, que pasó a llamarse A5.
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El cambio de criterio parece que no fue muy acertado porque resultaba poco claro para sus clientes en particular y los consumidores en general. De hecho, los comentarios que hacían llegar los concesionarios internacionales de la marca a la compañía iban en ese sentido. Por ello, “tras intensos debates internos” la firma ha dado marcha atrás; rectificar es de sabios. Marco Schubert, director de Ventas y Marketing de Audi, ha explicado que quieren dar en todo el mundo una orientación intuitiva de su gama, por lo que, de nuevo, “los nombres de nuestros modelos revelan el tamaño y el posicionamiento”.
A partir de ahora, las letras A y Q siguen diferenciando entre los vehículos de piso bajo y de piso alto, mientras que los números -actualmente del uno al ocho- permiten una clasificación del tamaño. De este modo, los modelos totalmente eléctricos pueden compartir la misma combinación de letras y números con los vehículos con motor de combustión. La diferenciación necesaria en cada versión se realiza utilizando el tipo de carrocería (por ejemplo, Avant, Sedan o Sportback) y el código del sistema de propulsión (por ejemplo, e-tron, TFSIe, TFSI o TDI).
Como resultado de esta nueva decisión, la distinción anterior entre las diferentes tecnologías de propulsión según los números pares e impares de los modelos ya no es aplicable, aunque no se prevén cambios retroactivos en la denominación de los modelos ya a la venta.
El primer modelo nuevo que utilizará la recuperada nomenclatura será el Audi A6 con motor de combustión, que se presentará el próximo 4 de marzo a nivel mundial. Gracias al código del sistema de propulsión, el A6 Avant TFSI, por ejemplo, se diferenciará claramente del A6 Avant e-tron totalmente eléctrico.
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